martes, febrero 28, 2006

King of the Road

Texas, Colorado y Wyoming, 1.000 millas de carreteras polvorientas y solitarias pero tú al final, tú con tu divorcio, atravesando praderas y trigales, bajo este sol brutal, pero tú al final, después de tantos años, tú y yo con nuestro rancho, los niños que nos visitan de cuando en cuando, y luego tú y yo solos, cerrando la puerta por la noche pero los dos dentro, acostándonos por primera vez en una cama pero los dos dentro (salvo el motel ¿te acuerdas?, pero ¿cómo no vas a acordarte?), aunque sabes que yo duermo contigo desde el primer día que te vi apagar ese cigarrillo, apoyado en la pared de la chabola de Aguirre, como se que tu duermes conmigo también. Y no se si ahora voy a volver a dormir alguna vez o solo voy a ser capaz de mirarte mientras duermes, acariciando tus rizos de chaval, sintiendo la caricia de tu cálido aliento en mis manos ¿seré capaz de separarme de ti aunque solo sea unas horas cuando duerma?
Perder tiempo de estar contigo, eso ha sido para mi dormir cuando estoy a tu lado.
Me has condenado al eterno insomnio.

Texas, Colorado y Wyoming, 20 horas por delante, pisando el acelerador a fondo, pero espero que esta vez sea la última, escribo un telegrama a mi mujer (que de todas formas ya lo está esperando) y hasta siempre Texas.
¿Sabes? podría haber muerto cuando recibí la postal en la que me hablabas del divorcio.
Ansioso por llegar, trago y trago millas, una milla, otra milla y paso por puebluchos, por ciudades pequeñas, parando a comer en cafeterías mugrientas y, no pudiendo esperar a que me sirvan, largarme sin tomar nada, parando a dormir en moteles polvorientos y dejar la habitación sin ni siquiera abrir la cama porque cada minuto que pasa te aleja de mí, y tú al final, los de los otros coches miran mi sonrisa de idiota, me ven cantando a gritos como un loco, pero ellos no saben que estás tú con tu divorcio al final, y se acabó por fin lo de contar el tiempo, contar los meses que faltan para que te vuelva a ver, contar los segundos que faltan para perderte otra vez hasta el siguiente abril o agosto o noviembre, contar las millas que nos separan. A veces duele tanto esa distancia, cogería el coche solo para verte un minuto a través de la ventana de tu casa, solo para que me miraras un segundo como hiciste aquella vez con tu camisa blanca con rayas azules desde la ventana de tu cuarto de estar, y volvería otra vez, otras mil millas, sin haberme bajado ni siquiera del coche, con las pilas cargadas para ¿un día? ¿una semana? ¿un mes?.


Texas, Colorado y Wyoming, ¡cuantas veces, cuantos años, cuantos kilómetros!
Viajes de ida, luminosos e ilusionados, viajes de vuelta (prefiero no hablar de ellos).
Si tuviera que volver otra vez por estas mismas carreteras como tantas otras veces no creo que lo pudiera soportar.
Pero ya no hay motivos ¿no Ennis?, ya no hay excusas.
Cuando te vea te voy a dar un abrazo que no vas a olvidar fácilmente.
Y si me mato hoy contra un camión que pierda el control y me pase por encima moriré feliz porque al fin te tengo, mi Ennis del Mar.

lunes, febrero 27, 2006

No te alcanzo


Tras tu sombra corriendo
por esquinas borrosas,
tras tu sombra, como un diablo,
sigo tus huellas opacas en la bruma,
espesa y dulce como miel de pétalos,
enredándome en zarzas, deteniéndome
en estanques sombríos,
olvidados,
de agua helada de bosque inhabitado,
sentándome en rocas grisáceas,
escuchando el sonido de un arroyuelo helado
que se pierde a lo lejos
lo mismo que mi vida se pierde
tras tu sombra huidiza.

Tras tu sombra invisible,
tras tu pálido olor inapreciable,
tras el silencioso sonido de tus pasos,
me pierdo en la espesura
acariciado a veces por el canto
aburrido de ruiseñores estultos,
jadeando,
vomitando entre los árboles sombras de nube gris,
atragantándome,
escupiendo noches de placeres turbios,
corriendo tras tu sombra frágil,
tras tu sombra huidiza.

No te alcanzo.


(Esta es la "contrapoesía" que ha enviado Paco, enkiea@telefonica.net
Estoy clavado al majuelo, como presa del alcaudón, en el límite del prado, donde el bosque se hace presente.
Salgo a tu paso con el viento, de entre las rocas, rozando las briznas de hierba helada y dejándome caer, rodando por el suelo.
Te espero en las ramas bajas del enebro donde se acumula el vapor de agua empujado por el viento helado.
No me alcanzas porque soy tu sombra.
Desciendo sobre tí con la bruma del hayedo. Acaricio tu piel.
No me encuentras porque voy contigo.
Me adhiero a tí con la semilla de la bardana. Me clavo en tu ingle con la garrapata que acecha en los tallos del ballico, donde pacen las vacas con sus terneros. .
No me oyes porque hablo por tu boca.
Te canto los noches de verano con los ruiseñores desde el zarzal, junto al arroyo.
Búscame, cuando te enfades, en la violencia del granizo sobre la roca desnuda. En la monótono estridencia de las cigarras, una pausada tarde de verano, cuando reposes.
Cuando desfallezcas, siénteme en tu aliento y empujando hondo desde tu pecho.
Cuando ames a alguien, encuéntrame en tu su sudor, en tus sus temblores, en cada átomo de su, de tu cuerpo.

jueves, febrero 23, 2006

Y ahora coges tu caballo y te vas


(Si quieres ahorrarte la lectura mira solo la foto: dice mucho más)

Y ahora te vas, coges tu caballo y te vas, dices hasta mañana y te vas, y yo se que ya no hay más mañanas, que desde ahora el tiempo se ha metido en uno de esos bucles o estrangulamientos topológicamente posibles y que no parará de dar vueltas sobre este momento, y ahora coges tu caballo y te vas, y yo aun siento tu calor en mi espalda, tu canción de cuna aun suena en mis oídos, y se que has repetido conmigo el único momento de amor que has conocido en tu vida: el abrazo de tu madre acunándote por las noches, pero tu madre ya no está: ahora yo soy tu niño y me cantas tú a mí, y ahora coges tu caballo y subes a la montaña y te vas, y yo te sigo con la mirada desde aquí, delante de la hoguera, intentando prolongar hasta siempre este momento, porque se que si respiro, si pestañeo, si bajo la mirada, te habrás ido para siempre, y ya casi no te veo porque cabalgas como el rayo, vaquero, y como el rayo te vas, y recuerdo a aquel mendigo borracho que muerto de hambre cantaba “... la sangre de Cristo jamás me falló hasta ahora...”, y me siento también como un mendigo borracho y muerto de hambre (borracho de ti y con hambre de ti, saciado y sediento de lo mismo) pero es a tu abrazo al que me agarro, será tu firme abrazo de hombre el que no me fallará, el que me confortará cuando ya no tenga nada, cuando te eche tanto de menos que no lo soporte, cuando solo me quede un último respiro me agarraré a tu cálido abrazo, y recordaré las caricias de tus manos en los botones de mi camisa, el suave roce de tus labios en mi cuello, el fuerte apretón de tu cabeza contra la mía, la caricia de tus rizos rubios, y ahora ya no veo tu caballo y ya te has ido, y respiro y pestañeo y miro al suelo y todo acaba.

(Y ahora id al cine y dejad que al Puto Jack Twist le abracen otra vez)

miércoles, febrero 22, 2006

Hablando de rodeos

En una escena vital de la película, hablando de rodeos, Ennis no entiende que a alguien le pueda gustar montar ocho segundos encima de un toro para luego estrellarse contra el suelo.
Los Jack de este mundo somos así y nos rompemos los huesos. Algunos miran la vida desde la barrera pero hay otros que no podemos evitar lanzarnos a ella sin medir las consecuencias, nos agarramos a sus orejas, a su rabo, el toro salta y gira y en 3 segundos estamos en el suelo con un hueso roto. Pero la próxima vez aguantamos 5 segundos, y la siguiente 7, y ya no nos quedan mas huesos en el cuerpo para seguir rompiéndonos pero seguimos saltando y saltando.
Y ¿qué pasa si una vez conseguimos que el toro se vaya calmando y que deje de saltar y que obedezca mansamente a nuestros arrullos y que, vencido al fin, vaya por donde nosotros queremos que vaya?
Los Jack Twist de este mundo no creemos en destinos, ni en oportunidades ni en casualidades, solo creemos en esos escasos momentos gozosos en los que la vida intenta derribarnos con todas sus fuerzas, pero resistimos ahí arriba, porque sabemos que un día se cansará de golpearnos y se dejará llevar por donde nosotros queramos que vaya.

Otra vez veinte años



Me siento como si volviera a tener veinte años, como aquella primera vez en la que te quitaste la chaqueta y corrimos bajo la lluvia, como cuando estuvimos la noche entera en las escaleras de tu piso porque tu hermana llegó sin avisar, como aquella vez que rozaste mis manos al pasarme el litro de cerveza y me susurraste al oído “No, ella sólo es una amiga”, como aquella vez en la que me escribiste una nota en clase tras una noche de borrachera que decía “tenemos que hablar”, como aquella vez en la que me besaste en el metro y nadie se sorprendió (aun guardo el billete), como aquellas veces en las que nos quedábamos tumbados en el césped de la Facultad mirando al sol sin pensar en las clases, como cuando te iba a buscar tras el partido de rugby y los demás te miraban y te decían: mírale, ahí le tienes. Como cuando te llevé al hospital para que te curaran el corte que te hicieron con los tacos de las botas en la cara y pediste a la médico que me dejaran entrar para que te soplara en la herida, como aquella vez que me abrazaste en tu coche y lloraste como un crío, como cuando me dijiste que tu nunca te enterabas de nada hasta que no te lo decían claramente, y entonces yo te dije que te quería y tu dijiste: “vale, ahora ya está claro”.

Gracias Brokeback Mountain.

martes, febrero 21, 2006

EL PUTO JACK TWIST no existe



(Mensaje de despedida en el foro de http://www.brokebackmountain.es/)

ELPUTOJACKTWIST NO EXISTE.
(Si alguna vez os ha gustado algo de lo que he escrito hacedme caso:
Id a esta dirección
http://www.indie-mp3.co.uk/archive/2006_01_01_archive.html
Es un blog como éste, buscad el día 12 de enero (por debajo de la página) y descargad una canción de un grupo que se llama Irene “Baby I love your way” (es gratis)
Ponedla cuando acabéis de leer este post)

LO OCULTO (1908) Kavafis

Por cuanto hice y por cuanto dije
que no traten de encontrar quién era yo.
Un obstáculo se alzaba y transformaba
mis acciones y mi modo de vivir.
Un obstáculo se alzaba y me detenía
muchas veces cuando iba a hablar.
Mis acciones más inobservadas
y mis escritos más ocultos
-sólo por allí me entenderán.
Mas acaso no vale la pena gastar
tanta atención y tanto esfuerzo para conocerme.
Más tarde -en la sociedad más perfecta-
algún otro, hecho como yo,
ciertamente surgirá y actuará libremente.

ELPUTOJACKTWIST NO EXISTE.
Lo siento, es así de duro (a pesar de lo que diga Madjavi), elputojacktwist no existe, lo que he hecho ha sido prolongar un personaje del que estabais previamente enamorados, uno de los más bellos jamás creados en la historia del cine: JACK TWIST.
Yo soy un persona normal (algo llorón, es cierto, desde que murió mi padre), un gris contable con un trabajo siniestro, que de vez en cuando tiene arrebatos poéticos (“dejando su cuidado, entre las azucenas, olvidado”, como diría mi admirado San Juan de la Cruz), llevo una vida normal, solo intento que las personas que me rodean sean un poco mas felices (y muchas veces no lo consigo) y tengo una relación desde hace doce años que es lo que me da la vida, y que tiene sus altibajos como cualquier otra, y quizá he venido aquí buscando el amor que mi Ennis del Mar me administra en dosis homeopáticas (pero ¿me conformaría con que me lo diera todo en cada instante?).
Vosotros habéis visto en mí lo que queríais ver, yo me he aprovechado un poco a traición de vuestra sensibilidad exacerbada tras ver una OBRA DE ARTE. Yo no habría conseguido emocionar a nadie con mis palabras si no fuera porque los hilos ya estaban tendidos, yo solo he tirado de ellos, los he revuelto, los he alargado....

Por eso no creo que debáis ver en mi más que un amigo, que estará al otro lado del correo siempre que pueda (
elputojacktwist@yahoo.es), que escribirá (pero tengo un trabajo y un hombre que me quitan algo de tiempo) en este blog (http://elputojacktwist.blogspot.com/), o en el otro foro http://miarroba.com/foros/ver.php?id=935021
(me maravilla que el administrador haya conseguido hacer algo tan bonito con solo un teclado), que os estará esperando en esta ciudad de locos en que se está convirtiendo Madrid, y que no os olvidará nunca mientras le queden ojos para poder leer las maravillas que habéis escrito en este secreto y precioso libro azul.

A mi Ennis del Mar: Si Jack y Ennis no se dijeron nunca te quiero, tengo el absoluto convencimiento que, desde el día que te conocí, “te quiero” ha sido lo primero que has oído por la mañana y lo último que oyes antes de dormir y pretendo que así siga siendo hasta que llegue el día de Pentecostés (cuando los tipos como tu y como yo vayamos al infierno). Perdoname si algún día tengo que viajar a México (“pero mide la correa con la que me atas y luego preguntame por lo de México”)

A los que os preocupan los Oscars: la película es perfecta. No penséis si la película merece el Oscar, pensad si los Oscars merecen esta película (a veces olvidamos qué es lo realmente importante)

Ahora un poco de activismo: el día 28 de junio (o el sábado más cercano) se conmemora la fecha en que unas personas en Estados Unidos se rebelaron contra la policía tras ser asediados por su opción sexual en un día en el que estaban especialmente sensibles (había muerto Judy Garland, también ella soñaba con “algún lugar más allá del arcoiris”) Ese día salimos a la calle en todas las ciudades del mundo y no es porque estemos orgullosos de ser homosexuales (yo particularmente no he hecho nada para serlo): de lo que estamos orgullosos es de vivir de acuerdo a nuestra conciencia, sin hacer daño a nadie, sin engañar a nadie, orgullosos de vivir en un país en el que se ha acabado con la discriminación legal (aún no con la social) y orgullosos de estar rodeados de heteros, bis, trans, asex, monosex, pansex, antisex o como demonios lo quieran llamar los que se empeñan en tener controlado y etiquetado lo que no es más que PUTO AMOR. Por eso me gustaría que este año, y el que viene y todos los demás os unáis a nosotros: no hemos venido de Marte, SOMOS VUESTROS HIJOS, JODER (con perdón). Hacedlo por Jack y Ennis, por Matthew Shepard, hacedlo por mí si queréis.

Bromeaba con Madjavi diciéndole que iba a fundar una secta y os iba a sacar el dinero a todos. No es mi intención. Si queréis gastar dinero:
Amnistía Internacional (tiene un grupo específico encargado de que no sufran más Ennis, de que no mueran más Jacks)
Fundación Vicente Ferrer (se dedican a otro tipo de cosas, bellísimas también)

A los que tenéis hijos: ojalá lleguen a ser un día como sois vosotros. Ahí va la letra de una canción de la película “El jorobado de Notre Dame”, vuestros hijos estarán encantados. Hacedles ver que hay gente que, como el jorobado, suspira por pasar un día “ahí fuera”, como todo el mundo.

Ahí fuera
entre el lechero, el tejedor y su mujer
Y saber cómo hablan, cómo viven
Esas gentes que desde el tejado puedo ver
Libres de sentir que les envidien
Son libres sin saber que tienen un tesoro
Dame un amanecer junto a ellos
Dame un día para ser cualquiera de ellos
Dame sólo un día y juro, sí
Que aquí estaré, volveré
Sin mirar hacia atrás
Sin pedir nada más
Que vivir un día ahí

elputojacktwist ha muerto: viva elputojacktwist.
Elputojacktwsit ES ASI Y ESTA ENAMORADO DEL AMOR.

Os juro...., pero vosotros nunca me habéis pedido que os jure nada.
Gracias Brokeback Mountain, gracias a vosotros. Os llevaré siempre en mi corazón.
A las maestras y maestros: ADMIRO PROFUNDAMENTE VUESTRO TRABAJO (mis padres lo eran)

YEEEEEEEEEEEHHAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

(El putojacktwist hace mutis por el foro, arrastrando el corazón que lleva metido en un cubito de playa)
FIN (ahora podéis poner la canción, mientras elputojacktwist desaparece en un horizonte de dunas, en el que, por fin, hace calor)

Proyecto Brokeback Mountain



Una tarde, casi noche ya, en invierno, un ama de casa harta de lavar camisas, un profesor de instituto algo aburrido de sus alumnos, un señor casado que se esconde entre los paraguas, una chica con dudas pero sin miedo a nada, un guardia civil que no entiende lo que le pasa, un optimista existencial que quizá debió haber nacido en otra época, una pareja de chicas cogidas de la mano, dos chavales de veinte años que no han encontrado entradas para King Kong, una madre de tres niños que se escapa un ratito una vez cada dos meses, un señor mayor que vive de un recuerdo que duró solo cinco minutos, coinciden en la cola de un cine para ver una película (en un centro comercial de enormes pantallas, en un cine de barrio polvoriento, en una habitación a oscuras ante un ordenador)
Se apaga la luz, y se oye un punteo de guitarra. Se para el mundo: sus vidas dejan de transcurrir en ese instante: absorbidos por la pantalla abandonan la sala y se encuentran rodeados de montañas entre ovejas y caballos.
La sesión acaba, pero ellos siguen sentados alrededor de la hoguera, como si un mal hipnotizador no hubiese sido capaz de sacarlos del trance.
Nadie sabe qué les pasa, nadie entiende por qué están así, sus amigos, familia, pareja se preocupan por ellos: “¡pues si estás así será por algo!”
Ellos siguen su vida pero flotan entre nubes y ovejas y vaqueros y no pueden olvidar esa mirada (¡Dios, esa mirada!), ese abrazo inexperto, esas caricias rotas, esos besos brutales, esa media sonrisa, esa última lágrima, esa maldita música (¡Dios, esa maldita música!) y sueñan y sonríen como bobos por la calle y lloran como no lo habían hecho nunca antes y se duermen al calor de la hoguera y vuelven a soñar: están ENAMORADOS. Pero ¿de qué?
Una noche teclean las palabras mágicas, el abracadabra que les abre las puertas de un secreto y precioso libro azul. Leen un primer mensaje:

Estoy totalmente enganchado a esta pelicula y me sentia un poco extraño e incluso mi "adicción" me llego a parecer absurda e infantil.
Publicado por: Bagheera 25/01/06 a las 21:12

En ese momento saben que no están solos.
Su vida como había sido hasta ahora termina.
Comienza el Proyecto Brokeback Mountain.

Matthew Shepard


Hoy he soñado contigo Matthew Shepard.
Lo que lloré con tu historia, con tu asesinato en Wyoming en el 98 (¡EN WYOMING!), no podía dejar de verte crucificado en una valla de alambre porque tu mensaje de amor no fue entendido (como tampoco lo fue el de otro que pasó por la Tierra hace 2.000 años)

A tí nadie te dió otra oportunidad, nadie te quiso resucitar en una segunda parte, porque los muertos muertos están y el que escribió tu historia no suele modificar los finales.

Supongo que muchos de los que me leeis no sabeis de quien hablo por eso quiero compartirlo con vosotros, porque guardo su foto en la mesita de noche junto a mi cama y le rezo por las noches como si fuera un santo de una religión que yo me he inventado (ahora también rezo a Jack y Ennis, los dióscuros de mi particular mitología de alcoba, Castor y Polux, mortal e inmortal)


Dejo un enlace para los que os interese su historia.


http://www.islaternura.com/APLAYA/PapelesPENSAR/Papeles/Crimenes%20de%20odio%202003mes07.htm

miércoles, febrero 15, 2006

Brokeback Mountain

Absolutamente imprescindible, esta BELLISIMA película, que no trata sobre la imposibilidad del amor como se ha dicho sino de algo mucho más trágico: de la dificultad para llevar a cabo un amor que no solo es posible sino que es lo único real en las vidas de Jack Twist y Ennis del Mar. Esos escasos momentos de paraíso, en los que el corazón se ensancha y parece que no cabe en el cuerpo, se relacionan en la película con los sublimes paisajes montañosos en los que se sitúa la acción, en esa Arcadia tormentosa a la que vuelven algunos días al año. Por contraste, los interiores claustrofóbicos y enmoquetados de la América rural empequeñecen y vulgarizan a estos bellísimos pastores de ovejas, embrutecidos por el alcohol y la rutina.

Llena de momentos emocionantes, el abrazo de Ennis a Jack por la espalda mientras le canta al oído una canción de cuna pasará a la historia del arte mundial como una de las más bellas imágenes jamás rodadas por una cámara. La posterior huida de Ennis a caballo es contemplada por Jack, que en ese momento comprende que su vida está perdida si no tiene a Ennis a su lado.

Ennis del Mar, ese personaje que según la autora del cuento original se ha hecho independiente y ha ido ganando terreno, esa isla de carne que se niega a abrirse al amor y que sin embargo es capaz de darlo (¡y cuanto...!): la pelea a puñetazos, sus vómitos tras la primera separación, el primer beso a escondidas después de tres años, la manera de doblar el jersey olvidado por su hija para colocarlo en el armario en el que guarda los objetos que más ama: la postal de Brokeback Mountain y la camisa y la cazadora manchadas de sangre colgadas en la misma percha.

Jack Twist es mucho más cercano, mucho más práctico, idealista e irresponsable, pero cómo no caer rendido ante su mirada verdosa, sus largas pestañas, la manera como sueña de pie delante de la hoguera, como los caballos que se quedan dormidos.


Todos tenemos nuestro Brokeback Mountain, algún sitio en el que hemos y nos han amado y en el que somos felices nada más poner el pie. Por eso esta historia es la historia de todos, la de un amor que es más grande que la vida, porque estos paraísos que no son más que el marco de nuestros amores permanecerán en algún sitio cuando ya no estemos aquí, y Ennis y Jack seguirán pescando eternamente mientras esperan la llegada de la noche para acariciarse bajo la tienda de campaña.

Cartas


Carta de Jack Twist a Ennis del Mar por San Valentín:

¿Qué tal vaquero? Espero que esta carta llegue para la fecha prevista.
Solo quería decirte que no temo a los domingos por la tarde cuando la caída del sol deja rincones sombríos por las habitaciones, cuando parece que se ha ido otra semana y la vida se nos ha escurrido de los dedos y se ha colado por el fregadero como agua sucia, que tampoco temo a mirarme al espejo y ver que tengo mas canas, que tengo mas barriga, que tampoco me da miedo que mi hijo se vaya de este mundo sin conocerte (¿sabes?, no puede dormirse por la noche sin que le cuente un cuento en el que Ennis del Mar aparece al final para salvar la Tierra de los invasores de Marte con sus superpoderes), ni siquiera temo a este dolor en la boca del estómago que empezó el día en que vi que te alejabas por el camino a través del retrovisor y que solo se calma cuando pones tu mano sobre mi pecho.
Pero hay una cosa que sí temo: que la vez pasada fuese la última, que ese paraíso tan fugaz (pero ¿nos conformaríamos con que sólo fuera eterno?), que ese cielo fugitivo que nos hemos creado, desaparezca y no haya un próximo agosto, o un próximo noviembre, porque entonces, no tendría ningún arma para enfrentarme a las sombras que la caída del sol deja por los rincones de la casa los domingos por la tarde.
La luz de Brokeback Mountain tan efímera y débil, esa luz plateada de reflejos de nieve, ilumina el resto de mi vida.
Nunca te he pedido que me jures nada, por eso sólo temo que no haya una próxima vez.


Carta de Ennis del Mar a Jack Twist:

A mí también me duele el estomago, PUTOJACKTWIST.


“Love is natural and real but not for such as you and I my love”
(el amor es natural y real pero no para aquellos que son como tu y como yo, amor mío)
(The Smiths, me escapé de casa para verles en el único concierto que dieron en Madrid, hace ya tantos años...)

Epílogo


Tras cerrar el armario, Ennis se asomó a la ventana. El viento mecía los trigales aún verdes y podía oler la tormenta que se acercaba. Incluso le pareció oír un trueno. Sin embargo no lo era: una furgoneta destartalada se acercaba por la carretera. Un ruido que aún le golpeaba el corazón, igual que aquella primera vez (o fue la segunda: la primera fue delante de la chabola de Aguirre).
Una vez más desilusión, la furgoneta pasa de largo. Sin embargo, al llegar al cruce con la carretera hacia Denver se detuvo y dio marcha atrás.
Paró delante de la roulotte al verle en la ventana:

- ¿Ennis del Mar...? Tiene una carta.

Ennis abandonó la ventana arrastrando las piernas. Había puesto su nombre en el buzón hacía treinta años, el día que su hija le comunicó que se casaba, pero nunca recibió demasiadas cartas, y sobre todo ninguna le había emocionado especialmente. Bajó los escalones y avanzó trabajosamente hacia la furgoneta. El cartero le tendió una postal en la que se veían unas montañas nevadas.

“Amigo, esta carta lleva mucho retraso”
“¿qué haces que no vienes?”
Brokeback Mountain.

Ennis dio las gracias y volvió hacia la roulotte. Había llegado ya el momento de reencontrase. Lentamente se quitó la ropa y se dirigió al armario. Comprobó que todavía podía ponerse la camisa vaquera de Jack, como había hecho muchas veces cuando éste se le aparecía en sueños, para sentirse aun mas cerca de él.

Se tumbó en la cama y cerró los ojos. Enseguida respiró el olor de los abetos Douglas, oyó los balidos de las ovejas a través de la niebla, el centelleo de la hoguera arriba en el monte, las pavesas encendidas se elevaban hacia el cielo nocturno en un torbellino de luz rojiza.

Se había quedado dormido delante de la hoguera. Le despertó el relincho de un caballo que pastaba atado a un árbol, frente al fuego. De repente, notó un vigoroso apretón en el hombro, un aliento cálido junto a la oreja y un corazón caliente latiendo contra su espalda. Pero esta vez no fue una canción de cuna lo que perforó su tímpano.

- ¡¡¡¡¡¡ YEEEEEEEEEEEHHHHHHHAAAAAAAAAAA !!!!!!!

Ennis se dio la vuelta y le abrazó.

- ¡¡¡¡¡¡¡¡ EL PUTO JACK TWIST !!!!!