martes, abril 18, 2006

Volver a ser pequeños


Solo deseo que volvamos a ser pequeños, que nos vayamos haciendo cada vez mas jóvenes, que se nos vuelva a rizar el pelo y la piel se nos vuelva cada vez mas suave, que de repente nos echemos al suelo y volvamos a gatear, que se nos olvide todo lo que la vida nos ha enseñado a golpes, que dejemos de hablar, que dejemos de ponerle nombre a las cosas, que los demás dejen de ponerle nombre a todo lo que hacemos, que dejen de buscar los motivos, porque cuando somos pequeños no hay explicaciones ni nombres para nada, que nos suelten a los dos en un patio soleado sobre el césped, que palmotees de alegría y sueltes carcajadas hasta que se te salten las lágrimas cuando me veas, que yo te tire del pelo y te de un mordisquito en la nariz, inventándonos juegos y palabras que nadie entiende porque no significan nada, que vuelvan las pataletas incontroladas, los tremendos cabezazos, que volvamos a ser lo que fuimos algún día pero juntos, tirándonos pellizcos, sin que nadie sospeche, sin que nadie sufra por algo que a esa edad ni siquiera tiene nombre porque no existen las palabras, solo existen tus rizos rubios, tu escandalosa risa, tus manos regordetas, el reguero de baba que brilla al sol de la tarde, las miradas de ternura y de absoluto éxtasis y adoración que nos lanzamos en ese mundo nuestro, que es solo tuyo y mío, en ese patio soleado en el que reímos y palmoteamos hasta caernos de espaldas sobre el césped.

Que nos vayamos haciendo cada vez más pequeños, como un niño, como un gato, como un pajarillo, que sigamos haciéndonos pequeños como una pulga, como una ameba, que solo puedan vernos por un microscopio, que seamos tan pequeños que ya nada ni nadie pueda vernos, que desaparezcamos, solos, en ese mundo que tendrá todo lo que necesitamos.


(Otra vez San Juan de la Cruz:

Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura
)

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Anterior: día 10/04 alas 13:01

Se despertó destemplado, con el fuerte dolor de cabeza, propio de la resaca, y sin quererse acordar de lo sucedido, durante la noche. Sin embargo, fue supantalón,desabrochado y medio caído, el que se encargo de recordárselo, y exclamo para su adentro:
¡Que mierda!, ¿como he podido follarme a este?
Se subió el pantalón, se levantó como movido por un resorte y salió de la tienda.
Para su sorpresa no tenia ninguna sensación desagradable pero se sentía enojado y preso de una cierta vergüenza que le impulso a ensillar su caballo y a salir huyendo al galope, sin ni siquiera responder a Jack.
Durante todo el día no dejó de pensar en lo ocurrido, dándose por disculpa que, con sus necesidades sexuales, igual hubiera podido follarse a una oveja de haberla tenidoa mano dentro de la tienda.
Pero, a medida que pasaban las horas, con la faena entre el rebaño,
iba asumiendo lo sucedido a la par que aumentaba su confusión
Mas tarde, quiso dejar bien claro ante su compañero, que eso había pasado una sola vez y que no volvería a pasar porque él no era marica.
Ya anochecido, cuando se encontraba solo, abatido y melancólico ante el fuego, todo le pareció muy diferente. Por primera vez, pensó en Jack con afecto y le dolió su brusquedad y la urgencia que tuvo en satisface su deseo.
Entonces sintió la necesidad de dirigirse a la tienda y venciendo su timidez y sobre todo sus prejuicios,
se agachó hacia él y en un susurro le pidió que le perdonara.
El “tranquilo” que oyó a continuación fue lo mas dulce que había escuchado en toda su vida y aquella noche fue amado y amó como no sabía que pudiera hacerse
Abandonándose y entregándose sintió como si,todas sus angustias, soledades y tristezas se depositaran en la piel y desaparecieran al paso de las caricias, mientras su lugar,
lo ocupaba, como el hierro a fuego con el que marcan a los caballos para toda su vida, la suave ternura de la mirada, la sonrisa, y el abrazo de Jack.
Los días que siguieron fueron como dos adolescentes disfrutando de su amor, con la naturalidad de los que no se sienten juzgados por ello.

18/4/06 10:16  
Anonymous Anónimo said...

¿Quien no se ha planteado, cuando era pequeño, la cantidad de cosas que podría hacer y lo que sería cuando se hiciera mayor? ¿Cuantas veces hemos suspirado ser mayores de edad para hacer lo que nos diera la gana? Aunque, en esos momentos, poco podíamos sospechar que, cuando fuéramos mayores, en más ocasiones todavía desearíamos volver a ser pequeños. Por supuesto, hay infancias de muchos tipos y seguramente quien pierde a sus padres (o ni siquiera los ha conocido) siendo niño, o sufre maltratos de cualquier índole, pocos gratos recuerdos conservará de su infancia. Si nos paramos a considerar el resto de situaciones, mucha gente estará de acuerdo conmigo en echar de menos el paraguas protector de nuestros progenitores, los ociosos días de vacaciones y fines de semana, los magníficos momentos pasados en la escuela con nuestros compañeros y compañeras (algunas veces también amargos), la ilusión mantenida por nuestros padres para colmarnos de atenciones y regalos, y lejos de las preocupaciones laborales, sanitarias y demás que nos acompañarán indefectiblemente, en el mejor de los casos (en el peor no lo podremos contar), a lo largo de nuestra vida.

Si tuvieramos la posibilidad de detener, atrasar o adelantar nuestro reloj vital, no cabe duda que muchos elegiríamos volver a nuestra más tierna infancia, a vivir sin preocupaciones y con el dolor que nos rodea convenientemente maquillado por nuestros seres queridos, regresar a aquella isla de calma y felicidad, de playas vírgenes y frondosos bosques que nos vio crecer en armonía con nuestro entorno; pero sobre todo para volver a experimentar aquel torbellino de sentimientos con quienes nos rodean y cuya interpretación, muchas veces, sólo el tiempo es capaz de desvelarnos. Volver a sentir aquellos momentos que compartimos con nuestros Jacks o Ennis particulares en nuestra inocencia y sin prejuicios, porque los sentimientos a esa edad no están clasificados ni tienen nombre propio, y nuestra mente no ha sido todavía enturbiada por la moralidad imperante al gusto de nuestros educadores. En definitiva, volver a nuestro Brokeback particular, donde las cosas no son buenas o malas de por sí, simplemente suceden porque están en nuestra naturaleza y así las sentimos. Dejemos fluir esa fuerza natural, sin tapujos, nadar contracorriente sólo nos acaba trayendo problemas ¿algún día lo comprenderá toda la humanidad?

18/4/06 10:32  
Anonymous Anónimo said...

Somos tan chicos que no hay palabras para expresar lo que sentimos. Somos tan chicos que no hay conciencia para juzgar los sentimientos. Somos tan chicos que no hay reproches para reprimir lo que hacemos. Somos tan chicos que nadie nos ha arrebatado aún la inocencia. Pero por muy chicos que seamos y aunque no lo podamos expresar, los dos lo sabemos: nos queremos.

Cuando no seamos tan chicos, perderemos la inocencia...

Cuando no seamos tan chicos, nos daremos cuenta de más cosas...

Cuando no seamos tan chicos, habrá quien nos reproche lo que sentimos...

Entonces recordaremos esta felicidad perdida.

18/4/06 10:39  
Blogger Ana said...

PD: Para tí, putojacktwist,

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.

(Fragmentos de Mario Benedetti)

18/4/06 18:31  
Blogger hermes said...

Esta poesia fué escrita por
Constantin Cavafis, pero la
hubiera podido firmar Jack:

"Regresa a menudo y tómame,
sensación bien amada
Regrea y tómame
cuando la memoria se despierte
cuando un antiguo deseo pase por la sangre,
cuando los labios y la piel recuerda
y las manos crean tocar de nuevo.

Regresa a menudo y tómame de noche
a la hora en que los labios y la piel recuerdan " .

18/4/06 18:53  
Anonymous Anónimo said...

Ojalá fuesemos siempre como "esos locos bajitos"

18/4/06 20:50  
Blogger Mar del Norte said...

Volver a ser niños = miradas limpias, inocencia, protección, indefensión, falta de toda maldad...
Ya lo dijo AQUEL: si no os volveis como niños...

18/4/06 21:56  
Anonymous Anónimo said...

-Mami, yo no quiero crecer más.
-¿Y eso?.
-Porque el suelo va a estar muy lejos, ¿cómo voy a poder ver las flores si estoy más arriba?. No voy a poder ver los bichitos que viven entre la hierba, ni voy a poder contar hormigas. ¿Y cómo voy a morderme los dedos de los pies si están tan lejos?
La niña de cinco años siguió jugando, y su madre se dió la vuelta para que no la viera llorar.

19/4/06 14:09  
Anonymous Anónimo said...

.

A veces pienso que también me gustaría volver a ser niño. Pero si volviera a ser niño y avanzara por la vida rectificando los caminos de lo vivido que no me han gustado, quizá no llegara a ser nunca el que soy a ahora. Y eso me da mucho miedo.

Quizá sea mejor mirar hacia delante. Hacia el infinito.

Un beso.

15/10/06 20:05  
Anonymous Anónimo said...

.

A veces pienso que también me gustaría volver a ser niño. Pero si volviera a ser niño y avanzara por la vida rectificando los caminos de lo vivido que no me han gustado, quizá no llegara a ser nunca el que soy a ahora. Y eso me da mucho miedo.

Quizá sea mejor mirar hacia delante. Hacia el infinito.

Un beso.

15/10/06 20:06  

Publicar un comentario

<< Home