miércoles, abril 26, 2006

Colaboración de Pon

Pon entra en mi casa de puntillas, y va dejando regalos escondidos por entre los cajones, buscadlos porque valen la pena. Pero éste (que no es el mejor) lo saco a la luz para que veais de lo que hablo. Pon pasa por la vida de puntillas (sufriendo por la belleza como Stendhal), con su flor violeta en la solapa, con sus rizos negros y su cara de maestra buena, la profe que te da caramelos, la que te quita el jersey sin hacerte daño en las orejas. Brokeback Mountain me ha dado muchos regalos y uno de ellos es Pon (marisita-pon@hotmail.com). Gracias, amiga.

Anoche fuí al cine a despedirme de mi peli en pantalla grande. Hace ya unas semanas que me siento "curada", que la recuerdo con menos dolor, que no me produce angustia; quería comprobar hasta donde llegaba la desintoxicación, así que me senté en la butaca con una mezcla de miedo y placer. Y la vi. La vi con detenimiento, con minuciosidad, disfrutando de cada fotograma, de cada diálogo, de cada paisaje y hasta de cada oveja. Salí de la sala y llovía, camino a casa iba pensando que por fin había conseguido la paz de espíritu; pero qué equivocada estaba.Tras los efectos de tsunami de BBM, vinieron las sacudidas emocionales; después, las horas cavilando; luego, la búsqueda de respuestas; por último, la comprensión de que las respuestas estaban en mí. BBM es un espejo. Un espejo deformante, pero no como los de las ferias o el callejón del Gato: su deformación consiste en sacar de cada uno de nosotros el reflejo real de uno mismo. Pero ese reflejo es al mismo tiempo una visión del propio interior. Una vez que podemos vernos en Ennis, en Jack, en Alma, en Aguirre, en oveja, incluso en pastor vasco o en oso, todas las reflexiones que me produce me llevan al mismo punto: BBM es la realidad. Tal vez ese es el secreto. En su estoicismo formal, en su parquedad interna, está la vida tal como es. Por eso es que nos llega tan hondo. Por eso es que sufrimos y lloramos y sonreímos y gozamos. Porque, a modo casi de documental que disecciona el amor y las relaciones humanas, nos expone ante nosotros mismos completamente desnudos, y además nos hace plantearnos nuestra existencia pasada y futura. Y sobre todo, te pregunta:"¿y ahora qué vas a hacer?".De nosotros depende la respuesta, porque no te deja escaparte ni contestar con evasivas. No queda más remedio que responderle, que respondernos. Y en esa respuesta va la esencia de la película: la vida misma.El proyecto Brokeback Mountain se convierte así en millones de proyectos, en el proyecto de cada uno. Ciertamente, la vida tal como la conocimos ya no existe. BBM nos la ha cambiado, qué maravilla.

10 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esta debe ser la misma Pon que preguntaba por una varita mágica que sirve para escribir palabras con sonido de campanas. Mira por donde, la varita la llevaba ella.

26/4/06 09:00  
Blogger Ana said...

Sí putojacktwist... es una maestra buena y más cosas...
Pon es una esmerada jardinera.
Pon deja semillitas en terreno abonado. Y no solo las deja, sino que pasa de vez en cuando a regarlas si nota que no ha llovido suficiente. Cuida y cuida el brote hasta que aparece la flor.
Pon es experta también en restauración.
Pon sabe qué clase de cera hay que darle a cada tipo de madera y así consigue que todas brillen.
Pon es una amiga...
La amiga que un día se coló en mi pantalla y a pesar de la distancia que nos separa, ella y yo sabemos que estamos muy cerca.
Un beso enorme para tí Pon, y otro para la reina negra de este ajedrez.

26/4/06 09:54  
Anonymous Anónimo said...

Comprendo perfectamente lo que explica Pon y doy fe de ello, pues a mi, en otro plano, también me ha pasado lo mismo. He perdido la cuenta de las veces que he visto BBM (tres en el cine), y si después de la primera vez estuve varios días con un nudo en el estómago, cuando volví por segunda vez sus efectos, aunque persistieron, no fueron tan duraderos (y las lágrimas, nuevamente, no faltaron corriendo mejillas abajo). La tercera vez, nuevamente efectos secundarios, algo más dispersos, eso sí. En casa, no sé la cantidad de veces que la visto (algunas selectivamente saltando las escenas más duras), y siempre el resultado ha vuelto a ser un valle de lágrimas.

Hace dos semanas, de repente, me sentí extraño. Tras el enésimo visionado de la película, por primera vez, no brotaron lágrimas. Me quedé sorprendido y, al día siguiente, volví a verla: el resultado fue el mismo. Luego, durante unos días y por motivos de salud, dejé de verla. Pero, con el nuevo chute, no pude contenerme y rompí a llorar. En fin, resulta difícil decir "estoy curado" (aunque el término pueda inducir a error, asimilándola a una enfermedad) porque cuando piensas que estás más inmunizado (aunque no recuerdo un sólo día en que no haya reflexionado sobre BBM desde el día en que la vi por primera vez), de repente, una de las esquirlas de esta bomba invisible (pero demoledora) penetra en tu interior. Sería traumático y masoquista no dejar de ver la película si el dolor fuera lacerante y continuado; pero por otro parte el no verla crea también un síndrome de abstinencia tan difícil de controlar que me da una ligera idea (yo que no he fumado nunca) de la sensación que puede causar intentar dejar el tabaco de forma radical; aunque, es evidente, los perniciosos efectos de la nicotina nada tienen que ver con los efectos secundarios de BBM. Incluso he llegado a pensar que, de forma subliminal, el director de la película nos hubiera inoculado algún tipo de droga sensorial de concepción oriental ¿o será algún tipo de pandemia (gripe fílmica de la cepa BBM) realmente tangible, no como otras? Jamás una película me había causado tantísimo impacto y me resulta muy difícil imaginar una que pueda superar los pasmosos efectos secundarios de BBM. Aunque la explicación es, quizás, más sencilla: nada causa mayor impresión que la vida misma, con su crudeza y crueldad, y se hace cierto aquello de que la realidad supera, con creces, a la ficción. Esa es, en suma, la explicación más coherente, lo que produce que, en alguna de nuestras múltiples facetas, nos veamos reflejados con uno o varios jirones de la película, convirtiéndose en una extrapolación de nosotros mism@s, removiendo nuestros más profundos sentimientos y nuestros dolores más escondidos.

26/4/06 10:44  
Anonymous Anónimo said...

no quiero decir mucho, ella y yo sabemos lo que compartimos, el extraño lazo que nos une... en lo que coincidimos... ese bello malestar que hemos compartido, silvar para poder huir a algun lugar en el que podamos disfrutar de las horas del silencio y la charla delante de una tacita de té.
nos seguimos sintiendo mari, yo te regalo el viento tu las palabras para movernos al son de las guitarras...
Salud

26/4/06 12:01  
Anonymous Anónimo said...

"Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos" (es de mi "librito")

Gracias Amiga Pon por todo el tiempo compartido creando lazos.

26/4/06 13:53  
Anonymous Anónimo said...

..... Y la que te habla, y la que te escucha, y la que te espabila, y la que siempre responde, y la que me deja un no sé qué en el pecho, la que cuidó de nosotros.....
Que elegancia tiene, pasando de puntillas y qué baile ejecuta...
Yo me quiero ir de paseo con Pon.
Gracias numerólogo.
......

26/4/06 16:10  
Anonymous Anónimo said...

Acabo de tomar mate con mi más grande amiga, aquella que lloró a mi lado cuando en mi búsqueda de las lágrimas que no salieron la primera vez, me acompañó a ver una segunda vez BBM; aquella que me dijo tenerle envidia a Ennis y Jack por haber vivido un amor así. Es la mujer que se preocupó por mi “obsesión” pero que sólo estuvo a mi lado, sin juzgarme de loca.
Es la misma que leyó “La Sra. Twist” y me alentó a que se lo mostrara a Uds.
Esa mujer, esa amiga mía, mateando, hoy me dijo que desde que vio la película se le han movido cosas, que ha abierto los ojos, que ha mirado sus días y se ha encontrado con su realidad... y empezó a hacer “ajustes”. Si, BBM la ha sacudido, silenciosamente, sin escribir, sin leer más, sin escuchar más que una vez la música: Jack y Ennis se le metieron bajo la piel, con perfil bajo, sin estruendo, llegaron y se quedaron en su corazón para darle otro matiz a su vida.
Gracias Musas que tocaron a Annie, que se deslizaron en las venas de Dianna y Larry, que orientaron a Ang, que se escurrieron en los dedos de Gustavo; que derramaron sobre todos nosotros su inspiración, sacando de cada uno sentimientos dibujados en palabras y arte en deseos.
Gracias Musas porque han puesto ganas en el Amor de cada uno: para cuidarlo, conservarlo, crearlo, sostenerlo, quererlo, buscarlo...
Simplemente: GRACIAS MUSAS por Brokeback Mountain.

Ana, Buenos Aires, Argentina.
acpompa@hotmail.com
ancris1970@fibertel.com.ar

26/4/06 17:59  
Anonymous Anónimo said...

Me siento como si fuera la mañana del 6 de enero y tuviera 7 años. Sigo sin saber cómo daros las gracias por tantos regalos, tantas palabras y tantos silencios cómodos. Gracias por tenerme todo el día con un nudo de alegría en la garganta.
Gracias, JoeTry, por las charlas, las risas y las conclusiones, y porque estás y ya.
PJT, mi mago Merlín, ya sabes hasta qué punto.

Sois grandes.

26/4/06 22:06  
Blogger MadJavi said...

No creo que nos merezcamos que nos des las gracias... yo, sin embargo, sí me veo con la necesidad de hacerlo: por tener siempre a mano la palabra que necesitaba oir, por esa sencillez que me hace admirarte, por esa sinceridad que tanto me emociona, por todas esas horas inmejorablemente invertidas en que me has hecho soñar con ventanas abiertas, cielos estrellados, montañas, hogueras... por ser así, GRACIAS!!!

Pd: mirate ese nudo, ¡no vaya a ser que nos quedemos sin la tía Pon!

26/4/06 23:12  
Blogger kaerff said...

Una nueva vida con otros que se estremecen y me estremecen, se proyectan y me proyectan, se envuelven y me envuelven en un río de sentidos, sentimientos y razón.

2/5/06 20:45  

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